El lunes fui a recoger al julian de donde sus abuelos. Al principio no quería saber nada de mi. Así que almorcé en la cocina y luego volví a donde él. Tenía ganas de hacer pipí, pero mostraba resistencia, como casi siempre. No me explico mucho esto. Pero la poca experiencia que tengo como padre me dice que "ya pasará". El rato menos pensado ha de estar meando a voluntado priopia. Todos los hacemos a la final. Y no hay que preocuparse demasiado.
Negociamos en el baño. Fue chistoso. Hice miles de cosas para tranquilizarle y convenzerle de que era mejor hacer pipí ahora, en el baño, a mearse en su ropa y en el asiento del auto. Conversé y conversé. Finalmente meó.
Subimos a Quito y el julian no paraba de hablar. Tengo que enfatizar esto. EL JULIAN NO PARA DE HABLAR. Casi nunca. Sobre todo en el auto y cuando no hay mucha gente alrededor (en esos casos prefiere observar). Bueno. Narraba una batalla. Entre alguna especie de spiderman y alguna especie de villano. Decía "Eres feo" y se contestaba "no, no soy feo". Y luego "dame eso, es mio" y la respuesta "no , es MIO". Era tan chistoso. Hacía voces reales, como que en serio estuviera peliando con alguien. Cosas que uno aprende, el tono de voz en una discusión es diferente al tono de voz cuando no se discute. Las muecas cambian. Somos sistemas complejos.
Al poco rato de esto, yo sonreía feliz de verle inventándose situaciones, el julian cayó dormido. Seco. Agotado. Dormía profundamente. Y luego soltó un quejido que me desgarró por un segundo. Un movimiento incómodo, una pesadilla. No sé que habrá sido pero siguió dormiendo.
En quito el julian me acompañó al registro de la propiedad. Un lugar que ya no me parece tan horrible. Luego nos encontramos con la martu y bajamos a cumbayá. Comimos algo en el hornero. El julian se hizo amigo de un niño que se llamaba alejandro. Pasó en los juegos. Luego se hizo caca en los pantalones. O yo llegué tarde al baño. Regresamos a la casa y vieron una película la martu y el julian mientras yo escribía. El día siguiente tenía vacación.
El día siguiente salí a trotar de mañana. Con la yana. Luego vino el mati d. con verduras, pan y huevos. Le di al julian su canasta para que ayude a llevar las cosas adentro. Compramos cosas ricas. Desayunamos los tres contentos. Al julian se le rompió un huevo. Pero fue bonito. Es tan necesario que te rompa un huevo de gallina en las manos! La martu tenía clases de teatro. Le llevamos y el julian y yo fuimos al parque metropolitano. EStaba repleto. Pero había un bonito ambiente familiar. Muchos niños. Muchos. Muchos. El julian corrió jugó. Nos hicimos la tarabita. Se hizo muchos amigos. Jugó con uns perritos. Le encantan los perros. Comimos helado. Muchas cosas. Muchas. Muchas. Luego le recogimos a la martu y fuimos a almorzar donde mis abuelos. Estaba toda la familia. Pasamos bien.
Todo esto para expresar que es imposible contar todo. He pensado que quisiera grabarle al voz al julian y subir los archivos al blog. De esa manera el julian también puede dejar registros aquí. Sería bueno. Dice tantas cosas. Y yo no siempre me acuerdo. Ah. Aqui va una. Ayer mientras subíamos le pregunté "Qué quieres hacer hoy julian?" y respondió de una, sin dudas, "Quiero volar". Y luego hizo la mímica correspondiente. "Como superman".
La martu se acuerda mejor de estas cosas. Ella le mima. Le hace dormir tranquilo. Le cuida. Es tan hermosa. Ayer estaba tan hermosa. Discutimos un rato acerca de cosas importantes pero en el momento equivocado y los dos decíamos que brutos, en vez de dedicarles ese tiempo al julian. Nos falta organizar mejor nuestras discusiones. Pero somos felices. al fin del día. Necesito hablar más de esto. Ya vuelvo. ahorita acaba de sonar una campana y debo ir como zombi a trabajar.