Primer problema
Estoy caminando por la avenida universitaria. Necesito ingerir algún tipo de a) bebida caliente y espesa tipo café con leche o b)alimento caliente tipo sopa vietnamita. Lo único que no me serviría de nada es c) agua de un bebedero o d) café en agua en su versión más popular por estos lares, el drip.
No sé cómo decidirme entre a y b o unos muy probables e,f,g,h... y por ende, no sé a dónde ir. Ni siquiera sé si esta coyuntura en cuyas resbaladizas manos me he puesto corresponde a que a)tengo demasiadas opciones tanto de café como de sopa vietnamita, entre otras, a la mano o b) mi habitual indecisión.
Luego de varias medias vueltas súbitas e impulsivas, (como si estuviera marchando de un lado a otro, en una cancha de cemento, a la sazón de un profesor de educación física que grita comandos militares cada cinco segundos en una clase preparatoria para la jura de la bandera)... de varias, me decido por b) y entro a una cafetería en la cual ya he estado con a) la martu y b) el julian, en distintas ocasiones.
No es que sea mi lugar favorito, ni es particularmente bueno pero lo que me gusta es que no es, o por lo menos no creo, una cafetería cadena tipo a)Starbucks o b)Tully´s (también porque tiene unos sillones negros que se ven muy cómodos).
Pago 3,55 por un latte grande (pronunciado "grahn-dey") y de vuelto la cajera, en quien no me he fijado hasta este punto, me entrega 45 centavos en cambio y el más patético, más desteñido, más desgastado y ralo, excusa de billete de un dólar que he visto en mi vida, y créanme que he visto algunos.
Así que le regreso a ver ahora sí: es rubia, más o menos de mi tamaño, me duplica en masa corporal, lleva puesta un delantal azul marino y tiene el cutis graso... y, oh sorpresa, no me está mirando directamente a los ojos, sino hacia abajo, estirando con firmeza el billete descrito anteriormente, esperando que acuse recibo. Por esta actitud supongo que a) tiene un poco de verguenza acerca de esta pequeña transacción comercial en la cual me está dejando mal parado y b) no la suficiente verguenza como para retroceder su manito rosada y ofrecerme otro de esos papelitos aceitunados con el símbolo del número 1 + el ícono del primer presidente que por estos lares hubo y con cuyo nombre se ha bautizado al estado en el que vivo y a la universidad a la que asisto. Demás está decir que se nota, claramente, que la cajera tiene muchos más de dichos papelitos metidos, ordenadamente, en la caja registradora.
¿Qué hago?
a)Digo algo como "¿no tienes otro billete?, éste está un poco viejo je,je." o incluso me pongo más jurídico y digo "no creo que me reciban este billete en otros sitios"
b) Hago referencia a la inminente recesión económica por la cual atraviesa este gran país (algo como: "así que este es uno de los billetes de los hermanos Lehman"
c)no digo nada y me lo guardo pensando en deshacerme de él de la manera más rápida e indolora posible.
d)lo meto en la pequeña urna que tengo al frente mío y en la cual han colgado con cinta scotch una hoja de cuaderno que lee "tips" en marcador negro y subrayado una vez, pensando mientras lo hago: "¿por qué entré a este lugar?" o "terminé pagando 4, 55 por un late, pero bueno por lo menos es grahn-dey"
Me quedo congelado por unas milésimas de segundo que nadie más concibe como parte del día.
¿Qué harían ustedes?
Segundo problema
Salgo del café a la 1 menos cuarto. Camino lentamente y no cruzo la calle donde normalmente hubiera cruzado porque veo en la esquina contraria a varios de esos legionarios de greenpeace o savethechildren o loquesea, que te dan la mano y te conversan un rato acerca de su ONG, con una tablita de madera en la mano que porta un montón de papeles para enlistarte como donante.
Cruzo una cuadra más abajo. Luego entro a un edificio administrativo de la UW en donde quiero usar el baño pero no lo encuentro, así que salgo, andando de la manera más relajada, camino a mi clase de la 1y 30.
Cruzo el puento peatonal y es entonces cuando lo escucho por primera vez: "un tipo se prendió fuego en la plaza roja" "Queeeeee?"
Sigo caminando y me fijo en que varias personas están hablando por celular, lo cual no es nada del otro mundo pero lo que sí es especial es que mi radar capta frases como "fue horrible" y palabras como "fuego" repetidas veces, además de las miradas vidriosas de consternación que las acompañan.
Me acerco más. Cerca de la plaza roja hay un carro de policías y subiendo las gradas hay un gran círculo de personas paradas en completo silencio, con caras de espanto, manos en el rostro, narices heladas. Hace frío. Hay policías en chalecos también y un carro de bomberos con las luces de alarma prendidas.
Camino cerca al punto de enfoque principal. Ahora ya está claro: hace pocos instantes un tipo se echó un galón de gasolina sobre el pelo y la cara y el cuerpo y luego se prendió fuego. Se inmoló. ahí en la plaza roja, la entrada principal al campus de la UW. a lo bonzo.
Hay unas personas llorando. Hay un tipo con el ceño terriblemente irritado y rojo. Están dando testimonios a la policía. Junto a los único bancos que hay en la plaza roja, hay unos pedazos de tela chamuscadas, la mancha negra del combustible regado, un recipiente... pregunto a unas personas que están ahí si es que lo vieron, "vieron lo que pasó?", y luego el policía me pide que me haga a un lado, que por favor me retire si es que no voy a dar testimonio.
Mi reloj marca la 1 y 12. Todo esto pasó hace menos de quince minutos. Sigo caminando, obviamente impactado, pero sobre todo con la sensación de que pude haber sido testigo de este acontecimiento, si no hubiera estado tan indeciso acerca de qué ingerir, si no hubiera entrado al edificio administrativo... ni acordarme de ese segundo que quedé congelado frente al billete lacerado de un dólar...
Es una sensación rara porque no sé con certeza si es que una autoinmolación es precisamente algo que quisiera observar. Mi lado escritor me dice que acabo de perder una de las imagenes más poderosas que pude haber tenido en mi vida, la oportunidad de un siglo, y a la final, escribir tiene que tener algún sentido social, político, algún sentido de cualquier tipo, "combatir la soledad".... y por eso me duele no haber estado ahí, pocos minutos antes. pero al mismo tiempo ese dolor es algo tan egoísta y tan superficial, o sea, estamos hablando de amamantar del sufrimiento ajeno, el tipo de cosas que hacen los medios, ¿para qué...?
así que no sé. Salí de la plaza roja y seguí por algún tiempo más bastante impactado por lo que había experimentado, pero sin saber si es que mis sentimientos se aliaban con un genuino sentido de solidaridad y pesar, condolencia, etc... o con el puro egoísmo.
En términos de problemática, no sabía si debía llegar a mi clase y a)comentar lo que acababa de ver, difundir esta noticia que tan fácilmente captaría la atención de los demás, o b)interiorizarlo, meditar en mi pérdida del momento, en la pérdida de todo en la vida y dejar que los diarios de la mañana hagan su trabajo.
Primero necesitaba un baño.
¿Ustedes qué harían?
y quizás he obviado otra cosa interesante. En el transcurso de las horas se descubre que el inmolado no era un monje budista, ni un activista político, sino un hombre de 61 años, un antiguo empleado de la UW y que apenas lo hizo, apenas se prendió, una horda de estudiantes de la manera más espontánea y altruista corrieron hacia su cuerpo en llamas e intentaron rescatarlo, cubriéndolo en sus propios abrigos (alguien incluso se sacó el pantalón) y pocos segundos después con los extinguidores que encontraron en alguno de los edificios más cercanos, sin que alguien les haya dicho qué hacer, lo hicieron...
¿Qué, ante eso?