Debo confesar que a mí no me parecen abominables ni la cópula ni los espejos. No como al heresiarca de Uqbar que parafraseaba ese personaje de Borges, Bioy Casares. No soy instigador de herejías. Todo lo contrario. Y gracias a los espejos pero sobre todo a la cópula, estoy aquí. Tengo material para mujerpiloto.
Lo que me parece abominable a mí es el monstruo de las nieves. y la mierda. También tengo miedo a quedarme sordo.
Pero me gustan los horóscopos, y creo que ahora puedo estar tranquilo porque he encontrado aquí en Seattle, un horóscopo que me hable al oído en tiempos inciertos, que me diga qué rutas internas debo seguir, qué llanos de mi cuerpo debo atravesar hasta reconocer cada grano de arena. un horóscopo que me dé madera para tallar mis visiones y encofrar diseños apretados que me conviertan en una mejor persona. un horóscopo, y esta es la última frase que empiezo así, que finalmente está a la altura del horóscopo de mi viejo amigo, El Comercio, diario de Quito, al que tanto extraño (por su horóscopo) y que tan poco echo de menos (por el resto de su contenido, excepto la sección de deportes, que todavía reviso online).
Dicen que desde lejos todo se ve hermoso, pero el Comercio, sólo se ve pequeño.
Bueno, dije que encontré un horóscopo. un horóscopo que..... lo encontré en un semanario gratuito llamado The Stranger que hay aquí. Esto es más o menos lo que estipula para el carnero, ovis aries, ungulado y rumiante. macho. o sea yo, en estos días:
"nuestro gobierno (entiéndase de EEUU)gasta obscenas cantidades de dinero en las fuerzas armadas. somos el imperio más armado de la historia con 761 bases militares en más de 100 países y si sólo gastáramos lo mismo que gasta China en armas, ya estaríamos ahorrando trillones (trillion) de dólares.. Toma eso como metáfora Aries, hazlo tu hipótesis: al reducir la hostilidad, combatividad e ira juzgatoria que tu personalidad genera, serás más capaz de navegar hacia la prosperidad."
Así me gusta. Directo y cortopunzante.... Quizás no es el horóscopo que estaba buscando. Pero tampoco me puedo hacer de oídos sordos.
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Ayer no escribí. Era viernes. HAbía llegado la Allison desde Portland, ella es la novia de mi hermano Ignacio. Trajo toda su buena vibra y espíritu tranquilo. Ha sido bueno conversar con ella, compartir nuestro techo y nuestros alimentos. Para el Julian y la Cora también ha sido una muy grata presencia. Le miran con mucha admiración y amor. Pero luego de acompañarle al Julian a dormir, anoche, yo también me vi tumbado. Dormí con los jeans puestos como cuando tenía 8 años. Colapsé como sólo deberían colapsar los tiranos. me entregué a morfeo y visité lugares de los que ya no me acuerdo, a pesar de que he ido a ellos más de una vez. y que regresaré, sin saberlo.
En la mañana intenté escribir lo que no había podido escribir en la noche, pero estaba tan desubicado y el deber llamaba por todas partes. Dicen que las paredes hablan, pero esta mañana no eran sólo las paredes, sino las puertas y hasta los anaqueles de la alacena. "No puedes escribir ahora", me decían. "Ocúpate del mundo.. de la realidad objetiva". Miré alrededor, a las instalaciones dialécticas del departamento que alquilo, y me levanté de mi puesto.
Me puse a gatear. Siempre acompañado de la sensación de que el mundo se ve menos miedoso desde allá abajo. Hay que probarlo. Ponerse en cuatro y acompañar a una niña por la alfombra.
La Cora hace rebotar una esfera.
Sin que sea su intención
la manda lejos
y la sigue con su mirada.
hace todo tan libre de dudas.
Me regresa a ver.
Cada día más bonita.
Con un mechón de pelos bajando por su frente,
acomodándose, finamente,
entre sus dos ojos bóvidos.
como el cerquillo del equidae.
o como un unicornio
capricornio
mitad pez.
"y doy gracias al cielo de que me vea como me ve, con lo extraño que debo resultar para ella. con lo extraña que ella resulta para mí."
