14.10.09

Vuelve la lluvia a la ciudad lluviosa. Entiendo por qué hablar del clima se ha devaluado tanto pero a mí me sigue pareciendo algo esencial. LLuvió ayer por la mañana y el frío que había estado mordaz se transformó en algo más cálido, en aire fresco para respirar. Llovía en la madrugada de hoy cuando desperté. Preocupado porque mi bici estaba afuera. Me olvidé de guardarla ayer.
Mi amigo Corentin, que es un músico extraordinario y escribe acerca de música contaba que mientras hablaba de música senegalesa con otro amigo cayó una lluvia torrencial sobre el distrito 19 de Paris. Otro amigo que me escribe desde el Ecuador con noticias acerca de su reciente mudanza y de un escritorio rojo que armó, comenta un poco amargamente que está lluviendo en Quito. El clima nos comunica.

Ayer fue un día largo. Aparte de mi trabajo en la Universidad conseguí trabajo como profesor en un Instituto de Lenguas. Tengo cuatro estudiantes. No reunimos los Martes y Jueves. Las sesiones duran tres horas. El curso termina a finales de este mes. Además, una vez a la semana (dos empezando en noviembre) tutoreo a una señora jubilada que se llama Donna. Ella viaja todos los años a España para visitar a una amiga que es una chef internacional muy reconocida. Por eso quiere mejorar su español. Habla francés perfectamente y a veces me dice "Oui" en vez de "sí". También tiene problemas pronunciando la palabra "entre". Pero conversar con ella es muy agradable. Tiene esa calma de ciertas personas mayores.

En todo caso ayer se juntaron todas estas obligaciones. Y no tuve tiempo para mucho más. Llegué a la noche con las justas. Y hay algo sabroso en el cansancio. Una soltura. Supongo que es experiencia. La experiencia de un día largo.

La martu me dijo que los niños se portaron extremedamamente bien por la noche. Que hicieron caso a todo. Que se bañaron, vistieron y acostaron sin ningún problema. Que el julián esperó pacientemente en su cuarto mirando libros mientras la martu le hacía dormir a la cora. Cuando yo llegué todos estaban acostados. Sólo había una luz encendida en la cocina. Comí unas coles de bruselas inmensas que había preparado la martu y un poco de pasta fría con atún.

En la madrugada de hoy soñé con el enano borja y su familia, la gaby y la manuela. Estábamos viajando en un tren. La Gaby y la Manue estaban sentadas con las piernas estiradas, muertas del cansancio. El enano y yo hablábamos de pie acerca de lo grande que está la manue y recuerdo haber sentido miedo y vértigo, dentro del sueño, cuando le dije que el julián muy pronto estaría así de grande. "Es el comienzo de su vida." Creo que dije, de nuevo, con una fuerte sensación de angustia que subía por mis venas. Luego le mostré al enano las cabezas de unas muñecas de trapo que había entre carril y carril del tren en el que viajábamos. Saqué una y resultó ser un paraguas. Le comenté que era parecido a una obra de teatro que la Gaby había producido, en la cual tres o cuatro personas viajaban en el balde de una camioneta. Toda la obra se desarrollaba ahí. Los personajes eran imigrantes. Guardé el paraguas en uno de los cajones que había encima de los asientos, preocupado porque al final del viaje la dueña (una niña, suponía) no sabría dónde encontrar su paraguas.

En estos días he intentado hablar con el enano y su familia que efectivamente viajaron recientemente, en avión, no tren, hasta EEUU que es donde viven ahora. Obviamente estarán cansados por todo lo que una mudanza así implica y creo que el sueño de alguna manera refleja mi preocupación natural porque los amigos estén bien. La gaby hace teatro y siempre que conversamos, creo, nos damos ideas, opiniones, hablamos de obras de arte, etc. En esa parte del sueño estaba simplemente adoptando la misma posición que siempre adopto frente a ese tipo de circunstancias. Un rol que conozco bien. La angustia que sentí creo que tiene que ver con la idea, la he repasado mucho últimamente, de que una persona empieza a recordar trazos y fragmentos de su vida solamente a partir de los 5 o 6 años. Eso es lo que la frase "Es el comienzo de su vida" significa. Me sorpende haber sentido físicamente en sueños algo que en la vida real solo puedo racionalizar. Mi hijo crece. Pronto, muy pronto, va a cambiar. Va a ser otro sin dejar de ser el infante que yo he conocido.

he repasado mucho en mi cabeza la idea de que nuestras vidas están hechas tanto de recuerdos como de olvidos.

Etiquetas